Monitoreo de la red de distribución

Detección acústica de fugas

La detección acústica de fugas utiliza sensores acústicos para escuchar e informar sobre pequeñas fugas emergentes que, de otro modo, podrían haber pasado desapercibidas. Si bien las inspecciones rutinarias pueden ofrecer instantáneas de datos para un punto en el tiempo, los datos de alta resolución, entregados a través de intervalos regulares a lo largo del tiempo describen con mayor precisión la salud de las tuberías.

Detección y localización de rupturas

Las rupturas de tuberías pueden crear problemas graves a los clientes, incluida la interrupción del suministro. Estas rupturas suelen ser objeto de medidas reguladoras que pueden costar a la empresa de suministro millones en multas. Reducir la duración de estas interrupciones, identificando rápidamente la localización de la ruptura, en lugar de tener que hacer que un operario "recorra la línea" para localizar la avería puede ser clave para gestionar la respuesta operativa.

Medición por distritos

Un programa de medidores de distrito puede optimizar la eficacia de la red, lo que supone un importante ahorro en costos de funcionamiento y mantenimiento. Localice rápidamente las fugas y reduzca el agua no facturada con datos sobre presión, flujo y fugas.

Monitoreo de estaciones elevadoras

Se pueden implementar dispositivos inalámbricos que funcionan con baterías para monitorear los ciclos de las bombas, la presión de entrada/salida y mucho más. El monitoreo de la estación de bombeo basado en la nube alerta de los eventos críticos en tiempo real, para que pueda tomar medidas.

Monitoreo de la red de bombeo

Monitorear y alertar de forma automatizada las redes de tuberías de bombeo permite detectar rápidamente las roturas, acortando significativamente los tiempos de respuesta y reduciendo el potencial de impacto medioambiental. El análisis automatizado puede identificar posibles fallos en los activos y condiciones de avería antes de que se conviertan en roturas.

Eventos transitorios de presión

Los cambios en la presión del agua se producen cuando hay un cambio repentino en el flujo. Monitorear y gestionar la presión es integral para el correcto funcionamiento del sistema de distribución de agua potable. La gestión de la presión implica mantener una presión adecuada en todo el sistema de distribución, incluidas las presiones mínima y máxima en condiciones de demanda variables. Monitorear la presión es una parte clave para garantizar una alta calidad del agua, reducir las roturas de tuberías y las pérdidas de agua, y mejorar la eficiencia energética

Tranquilización de la red de agua

La tranquilización de la red de agua puede realizarse detectando los eventos transitorios de presión en una tubería y actuando sobre las causas, limitando en última instancia los daños a la infraestructura. Un enfoque estructurado para tranquilizar la red de agua reduce la probabilidad de fatiga de las tuberías, precursora de fugas y rupturas

Seguridad del agua

La rotura de una tubería principal puede causar daños catastróficos en viviendas y negocios, trastornos en el tráfico y una importante interrupción del suministro de agua, además de dañar la confianza de los consumidores. Aumente la resiliencia de las tuberías y conserve la integridad de los activos críticos adelantándose a los problemas de las tuberías antes de que se produzcan.

Monitoreo distribuido de la calidad del agua

Dado que los sistemas de distribución suelen ser redes complejas y que la calidad del agua puede cambiar rápidamente debido a las diversas condiciones del sistema, es esencial contar con protocolos de monitoreo sólidos para detectar cambios en la calidad del agua y en la concentración de sustancias químicas. Con un programa distribuido de calidad del agua en marcha, el personal recibe información valiosa que le ayuda a optimizar las operaciones.