Comuníquese con un representante de atención al cliente

Envíenos un mensaje

Encuentre un distribuidor
Nuestra extensa red global de distribuidores está lista para servirle en su idioma local en su zona horaria.

¿Prefiere llamar?
El servicio de atención al cliente también está disponible por teléfono de lunes a viernes, de 8 am a 5 pm, hora de Alemania.

Para soporte de productos, ventas y consultas generales:
+49-7025-9208-0

Estamos disponibles para ayudarle

Comuníquese con un representante de atención al cliente

Envíenos un mensaje

Encuentre un distribuidor
Nuestra extensa red global de distribuidores está lista para servirle en su idioma local en su zona horaria.

¿Prefiere llamar?
El servicio de atención al cliente también está disponible por teléfono de lunes a viernes, de 8 am a 5 pm, hora de Alemania.

Para soporte de productos, ventas y consultas generales:
+49-7025-9208-0

Dióxido de azufre

El dióxido de azufre (SO2) es un gas incoloro, tóxico y corrosivo con un irritante olor acre, que se origina principalmente en procesos de combustión y actividades industriales.

El dióxido de azufre se utiliza a menudo como fumigante, conservante alimentario y agente blanqueador, además de ser un contaminante atmosférico común. La exposición al SO2 puede producirse en instalaciones industriales como centrales eléctricas, refinerías de petróleo y fábricas de alimentos y bebidas.

La inhalación de dióxido de azufre provoca irritación de la nariz y la garganta y la exposición a concentraciones más elevadas puede causar náuseas, vómitos, dolor de estómago y daños corrosivos en las vías respiratorias y los pulmones. Muchos procesos que utilizan dióxido de azufre están sujetos a estrictas normas de detección de gases, por lo que un cuidadoso monitoreo para detectar y proteger es vital como parte de los Programas de control de calidad.